Día 5 excursión a Miyajima

Hola amiguitos del Metal, hoy Pablo ha vuelto a delegar, en este caso en Javi y Nacho. Hoy tocaba Miyajima, considerado uno de los tres parajes mas bellos de Japón, es una isla al sur de Hiroshima (si, la de la bomba atómica), considerada toda ella como un templo Shinto donde esta prohibido nacer y morir, por suerte lo hemos respetado.

La aventura comenzó a las 10 cogiendo varios trenes, 2 bala mas uno normal hasta conseguir llegar al puerto, y un ferry. El cansancio era absoluto, los comentarios sobre si tal paliza merecería la pena afloraban, cuando vimos un cartel advirtiéndonos sobre los ciervos salvajes que mordían a los extranjeros (“gaijines” como dicen los japoneses o “gallinas” como decimos entre nosotros) que les molestan.

El caso es que nos dirigimos a la principal atracción de la isla, un “torii” (puerta que delimita los santuarios Shinto) que está “en el agua”… Pero hoy había marea baja y más que en el agua estaba en el lodo… De todos modos la puerta es definitivamente de las más impresionantes que hemos visto.


Después de las multitudinarias fotografías y meditaciones acerca del Torii nos dirigimos a un tranquilo paseo por el pueblo (precioso, eso si cabe destacar) visitando la pagoda y un templo que justo estaba cerrado por reformas del día 9 al 13 (por puntería no será), cabe destacar la inmensa actividad comercial-turística que explotan en la localidad de la cual no sabemos muy bien quien ha salido beneficiado si ellos o nosotros.


Después de hacer una degustación culinaria típica de la zona: ostras a la parrilla, pastelillos rellenos de carne, y panecillos de pescado, pulpo y cebollinos, nos hemos dirigido al templo Shinto con la esperanza de que hubiera subido la marea, pero no ha sido suficiente para verlo inundado, muy naranja y como no podía ser de otra forma muy bonito.



Después hemos comenzado nuestro viaje de vuelta, que por cierto ha sido un infierno de trenes perdidos, estaciones misteriosas y cambios innecesarios de tren debido a Japoneses que no se empapan de ná… Para muestra, el japonés que está en un tren, y no entiende que quieres decirle cuando señalas al tren y preguntas “Kioto???” Pero al final hemos conseguido llegar a la seguridad del hotel para contaros nuestras andanzas en el blog.




Mañana más y mejor amiguitos del metal hammer.